Carbón vegetal, el caro y único combustible para cocinar tras Irma

Carbón vegetal, el caro y único combustible para cocinar tras Irma
Sacos apilados con el carbón de marabú tras el desmontaje del horno. Foto/14ymedio.com

Familias afectadas por el huracán Irma en la comunidad de Caibarién, provincia de Villa Clara en Cuba tras la falta de suministro eléctrico ni gas, se ven obligados  cocinar con carbón, producto que subió hasta en 12 veces más su valor, por los efectos provocados en el alza de los costos de combustible dejado por Irma

El alza en el precio del carbón en las localidades afectadas por el huracán Irma en Cuba, aunado a las limitaciones económicas mantienen en la incertidumbre a familias en Caibarién, Cuba, que han tenido que optar por esta alternativa para cocinar por la falta de suministro eléctrico y gas, las opciones tradicionales para preparar sus alimentos.

Una publicación medio cubano 14/Medio.com cuenta el casos especifico de Dinora, para ilustrar lo que viven centeneres de familias en Cuba

El humo negro procedente del carbón vegetal se levanta en gran cantidad sobre una improvisada hoguera en el patio de Dinora, vecina de la zona más afectada por el huracán Irma en Caibarién, en la provincia de Villa Clara.

Dinora se enfrenta con una de las secuelas dejadas por Irma, porque aparte de tener la mitad de la casa en el suelo, su nuevo problema ahora es cocinar sin suministro eléctrico ni gas en una localidad en la que los productores locales han aumentado los precios de este combustible, tras las carencias energéticas de la región causadas por el ciclón.

Hace dos años, la familia de Dinora estuvo entre las 4.902 de la provincia que pudieron comprar una cocina de inducción, una cacerola con tapa, jarro, sartén y cafetera por 500 CUP que completó al pedir un crédito, y que el banco estatal se asegura de volver a recuperar al descontar la cantidad solicitada de los salarios y las pensiones.

“No hay electricidad desde hace más de una semana y he tenido que volver al carbón para cocinar”, contó Dinora vía telefónica.

El carbón vegetal -hecho principalmente con Marabú- es gestionado fundamentalmente por empresas estatales que compran al productor local -que cuenta con una licencia de trabajo por cuenta propia- para destinarlo fundamentalmente a la exportación.

Una pequeña parte de esa producción se queda en manos del carbonero para autoconsumo o venta privada a precios que regula la oferta y la demanda.

De acuerdo a la publicación si antes de Irma un saco de carbón costaba 25 CUP en Caibarién, ahora esa misma cantidad vale doce veces más”

Un saco de carbón no se encuentra por debajo de los 300 CUP”, explica Dinora a14ymedio. “Mi pensión mensual no llega a esa cantidad, así que cuando se me acabe este no sé qué voy a hacer”, dice la jubilada, que añade que se plantea usar las ramas y troncos caídos que dejó Irma en su patio para poder hervir el agua y preparar la comida.

La llamada Revolución Energética, impulsada por el fallecido Fidel Castro a inicios del siglo XXI, sustituyó la distribución de keroseno y alcohol en el mercado racionado que se usaba en las zonas rurales para cocinar por aparatos electrónicos, como hornillas o calentadores eléctricos de agua. En consecuencia, la instalación de conductos de gas se vio paralizada y los ciudadanos pasaron a depender de estos nuevos dispositivos, inútiles en caso de avería eléctrica.

Ahora, tras los daños causados por Irma a la red eléctrica, el humo de los fogones de carbón llena cientos de casas y patios de la zona central a falta de otro combustible para cocinar.

No es cuestión de elección sino de necesidad. Los menos afortunados ni siquiera tienen unos tizones para encender y deben conformarse con comer galletas o comida enlatada.

Los residentes en esta localidad costera se impacientan ante la lentitud de las labores de restablecimiento de los servicios básicos que los mantiene con los caminos de acceso cortados, los postes eléctricos en el suelo y que ha dejado más de 4.000 viviendas con derrumbes parciales o totales. “Parece como si nos hubieran olvidado”, se queja Dinora.

 

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