Desde que en marzo se incrementaron los controles tras el escándalo de los cortes en mal estado, Washington rechazó la entrada del 11% de este tipo de carne al detectar abscesos derivados de una reacción de la vacuna de fiebre aftosa
El ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, se reunirá el lunes con autoridades en Washington para negociar la reapertura del mercado estadounidense a sus exportaciones de carne vacuna.
En un encuentro previsto con su par norteamericano, Sonny Perdue, Maggi “hablará sobre las medidas adoptadas por Brasil para atender las exigencias sanitarias estadounidenses”, informó este fin de semana el Ministerio de Agricultura en un comunicado.
Estados Unidos anunció a fines de junio que suspendía la importación de la carne vacuna fresca de Brasil “a causa de recurrentes problemas sobre la seguridad sanitaria”, abriendo otra grave crisis en una de las industrias clave de la mayor economía de América Latina.
Una de las medidas tomadas por Brasil fue determinar que los cortes delanteros de carne fresca -lugar donde se aplica la vacuna- se vendan en formas de “cubos” o “tiras” que permitan “identificar fácilmente eventuales problemas”, informó el Ministerio de Agricultura.
Aunque Estados Unidos apenas representó un 2,79% de las ventas hasta mayo de este tipo de carne brasileña -cuyo mayor comprador es China- se trata de un cliente clave.
Washington autorizó en 2016 la entrada de cortes vacunos frescos desde Brasil, después de 17 años de negociaciones.
Estados Unidos es el primer productor mundial de carne vacuna.
Brasil, importante exportador mundial de carne vacuna y aviar, fue sacudido en marzo por una crisis alimentaria luego de que la policía revelara que importantes exportadores de carne habían sobornado a inspectores de los servicios de higiene para certificar carne en mal estado como apta para el consumo.