18 de abril: Día Internacional de los Monumentos y Sitios

18 de abril: Día Internacional de los Monumentos y Sitios
El Conjunto Monumental e Histórico de Panamá la Vieja es un atractivo e interesante lugar turístico. Reabrió desde el 2 de marzo de 2021. Foto, Henry G. Kinkead M.

Nuestro país es hermoso y de una historia fascinante.  Los monumentos y sitios forman parte de nuestras raíces y tradiciones, por lo que, hay que preservarlos, a fin que también sea la heredad de nuevas y futuras generaciones.

El Día Internacional de los Monumentos y Sitios se celebra el 18 de abril, y esta vez, se cumplen 37 años de esfuerzos globales por dar a conocer la riqueza del patrimonio histórico de la humanidad y promover su conservación.

La Convención del Patrimonio Mundial señaló que, “el deterioro o la desaparición de un bien del patrimonio cultural y natural constituye un empobrecimiento nefasto del patrimonio de todos los pueblos del mundo”.

Visitas a monumentos y sitios históricos, conferencias, reportajes y otras actividades se llevan a cabo desde 1984, para crear conciencia sobre el valor de estos legados, que son nuestros antecedentes, y para reflexionar sobre los retos que supone salvaguardarlos.

La fecha conmemorativa de los monumentos y sitios fue propuesta en 1982 por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), por sus siglas en inglés; y en 1983, aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Todos los años, ICOMOS propone un tema diferente para las actividades de la efeméride. En el 2021, “Invita a los participantes a reflexionar, reinterpretar y reexaminar las narrativas existentes”, bajo el título: “Pasados complejos: futuros diversos”, que hace alusión a que “la conservación del patrimonio cultural requiere un examen crítico del pasado, de la misma manera que su práctica exige una previsión para el futuro”.

Silvia Arroyo, presidenta de ICOMOS de Panamá, durante el conversatorio “La Ciudad de Panamá y la importancia de su Patrimonio Histórico”, explicó que, “ICOMOS es una entidad “comprometida con el avance de la conservación, protección, uso y mejora del patrimonio cultural del mundo”.

Además, dijo que “es una comisión asesora sobre los temas de patrimonio mundial para la UNESCO; y en el caso de Panamá, tiene desde 1989 un comité nacional panameño, ICOMOS de Panamá, que busca favorecer la conservación de los monumentos y de los sitios, así como despertar y desarrollar el interés de la población de Panamá por estos.”

Es necesario conocer nuestro patrimonio para poder valorarlo, y de esa manera, comprender el presente y la evolución. Por ello, en nuestro país se han preparado múltiples actividades para esta ocasión, y por nuestra parte, celebraremos destacando a Panamá Viejo, uno de nuestros sitios más emblemáticos con monumentos vinculados a nuestra historia.

“Tenemos muchas cosas que nos tienen en un estado de optimismo acerca de la gestión de nuestro patrimonio. Estamos viviendo un momento tristemente inédito para el mundo, y, sin embargo, cargado de oportunidades para granjearnos un futuro mejor como humanidad. Una de aquellas cosas que nos unen, es, precisamente, nuestro patrimonio y aquellos vestigios de nuestro pasado que nos generan la posibilidad de tener conversaciones al respecto de lo que tenemos en común, y uno de los grandes ejemplos que el mundo tiene es, precisamente, la ciudad de Panamá y su historia”, así lo manifestó, Fernando Díaz Jaramillo, director de la Oficina del Casco Antiguo (OCA), del Ministerio de Cultura.

Mediante la Ley 91 de 22 de diciembre de 1976, “Por la cual se regulan los conjuntos monumentales históricos de Panamá Viejo, Portobelo y el Casco Antiguo de la Ciudad de Panamá”, se le otorgó al Sitio Arqueológico de Panamá Viejo categoría de Conjunto Monumental Histórico.  La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), lo declaró Patrimonio de la Humanidad en el 2003.

De acuerdo al Patronato de Panamá Viejo, “hacia el siglo XVII tenía un área aproximada de 60 hectáreas, actualmente el Conjunto Monumental Histórico de Panamá Viejo comprende alrededor de 28 hectáreas, que incluyen tanto las ruinas de algunas de las edificaciones más importantes de la época colonial, como los vestigios arqueológicos de los períodos prehispánico y colonial.” Y allí siguen los testigos del pasado.

Panamá Viejo fue fundado el 15 de agosto de 1519, por Pedrarias Dávila, un aristocrático y destacado conquistador, quien ejerció la posición de gobernador de Castilla de Oro. Hay varias versiones sobre el origen de su nombre, Panamá, pero la más común es que en lengua indígena significa abundancia de peces.

Era un centro de tráfico y de expediciones hacia Suramérica. Como era una de las rutas comerciales más importantes de la época, por allí pasaba mucha riqueza.

Katti Osorio, directora nacional del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, manifestó que: “Panamá siempre ha sido un nodo logístico de importancia internacional desde el establecimiento de su puerto, tras el avistamiento del Mar del Sur por los europeos en 1513. La fundación de la Ciudad de Panamá en 1519, supuso el inicio de la articulación de las rutas”.

Dávila trasladó a Panamá a las autoridades que vivían en Santa María la Antigua del Darién, que eran las clases notables, conformadas por los representantes de la corona y administración de la iglesia. El sector era mayormente de personas acaudaladas y comerciantes.

 

Julieta de Arango
Julieta de Arango, directora ejecutiva del Patronato de Panamá Viejo, señaló que, “Panamá Viejo es el asiento original de la ciudad capital, el lugar donde todo comenzó un 15 de agosto de 1519”. Foto, Henry G. Kinkead M.

 

Las principales órdenes religiosas católicas tenían iglesias y conventos de apariencia parecida. Su estructura era sobresaliente, amplia y sólida. Tenían plantas rectangulares, paredes de mampostería, techos de madera y tejas. La mayoría de las casas eran de madera, algunas de 2 o 3 plantas, con patios internos que tenían jardines y cocinas externas. Como en todos los lugares, también había algunas casas sencillas de materiales como la quincha.

Panamá Viejo sufrió muchas catástrofes, varios incendios y hasta un fuerte sismo. En uno de los fuegos se devastó la residencia del obispo, el seminario y parte de la catedral del Convento de la Compañía de Jesús, que, con el apoyo de vecinos, se reconstruyó.

La situación estratégica siempre ha colocado a la ciudad en una posición privilegiada y codiciada. Por supuesto, la pretensión que rebosó el vaso fue la del corsario inglés Henry Morgan, el 28 de enero de 1671.  Panamá fue tomada por los piratas y fue toda una tragedia. Las intenciones eran saquearla, y lo lograron. No hubo más remedio que rendirse y evacuar. Las máximas autoridades huyeron por tierra al interior y otros se embarcaron con tesoros.

Ese día ocurrió un incendio fulminante que destruyó casi todo.  Muchos lo atribuyen a los piratas, pues, dicen que, “La ciudad fue destruida en el ataque del pirata inglés”. Según otra versión, fueron los españoles los que prendieron fuego al polvorín, y no Morgan, esta indica que, “Por medidas de seguridad de la población y los bienes, el Capitán General de Tierra Firme, Don Juan Pérez de Guzmán ordena evacuar la ciudad y volar los depósitos de pólvora provocando un gigantesco incendio que destruyó totalmente la ciudad”. Pero la causa que haya sido ocasionó el mismo efecto, la explotaron y se arruinó.

Morgan y los demás piratas salieron cargados del botín y llevaron prisioneros. La ciudad, además de quemada y desmantelada, en el abandono también quedó. Pero, casualmente, fue este desamparo lo que permitió la conservación arqueológica, por lo menos de algunas de las edificaciones, claro, porque otras ni como ruinas se podían salvar.

En 1673, la ciudad de Panamá se reconstruyó en una nueva localización, en las faldas del Cerro Ancón, donde se trasladó su actividad. Se conoce actualmente como el Casco Viejo de la ciudad.

En 1995, se creó el Patronato de Panamá Viejo y la Ley 30 del 6 de febrero de 1996, “Asigna al Patronato de Panamá Viejo, fondos del Estado destinados al mantenimiento, a la conservación y restauración del conjunto monumental e histórico de Panamá la Vieja y se regula su manejo y fiscalización”.  La entidad realiza investigación arqueológica, gestiones de conservación patrimonial, educación, promoción turística, uso del sitio e integración con la comunidad.

Julieta de Arango, directora ejecutiva del Patronato Panamá Viejo, señaló que, “Panamá Viejo es el asiento original de la ciudad capital, el lugar donde todo comenzó un 15 de agosto de 1519; y en 1671, cuando esta ciudad es destruida a consecuencia del ataque del pirata Henry Morgan, los panameños de entonces deciden dejarla morir, que esta renaciera en el Casco Antiguo, y de allí se expandiera a lo que es hoy la moderna urbe capitalina, cuya administración y gestión recae en el Municipio de Panamá”.

Los sitios declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco están en riesgo por el cambio climático y acciones del hombre.

Diana Engler, jefa de Arquitectura del Patronato Panamá Viejo, manifestó que, “el sitio enfrenta varias amenazas y desafíos con el deterioro natural de los materiales, sumados al cambio climático, eventos meteorológicos, igual que las consecuencias de intervenciones humanas directas o indirectas.”

Nuestro país es hermoso y de una historia fascinante, y los monumentos y sitios forman parte de nuestras raíces y tradiciones, por lo que, hay que preservarlos, a fin de que también sea la heredad de nuevas y futuras generaciones. Sin embargo, en general, es difícil apreciar lo que no se conoce.

El Conjunto Monumental Histórico de Panamá la Vieja es un atractivo e interesante lugar turístico. Reabrió desde el 2 de marzo de 2021.

Genaro Villalaz, director de Cultura y Educación Ciudadana, de la Alcaldía de Panamá, manifestó que “creemos que es fundamental que la cultura se proyecte dentro de un reforzamiento de los valores locales, sin renunciar a los valores y éticas culturales que conforman nuestra tradición, y sin desapego de las formas exógenas que en este momento de globalización son positivas. La importancia de valorar en su justa medida nuestra herencia cultural, nuestra cultura en sí, pasa a fortalecer nuestra identidad como nación que debe representar un orgullo nacional”.

Participemos con orgullo en las actividades de conservación y promoción de los monumentos y sitios, que su historia es nuestra riqueza en patrimonio cultural.

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