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Donald Trump y Hillary Clinton, dos polos diferentes

Donald Trump y Hillary Clinton, dos polos diferentes
Una persona vestida con una camiseta adornada con el texto de la la declaración de independencia de Estados Unidos. Foto/Reuters

Quien gane de los candidatos, las políticas serían muy distantas unas del otro

Donald Trump y Hillary Clinton representan cada uno un polo diferente cuando de política, ideología y política económica se refiere.

El acercamiento con el populismo, la extensión del Estado Benefactor y la intervención del Estado en la economía, en sus propuestas, Hillary Clinton ha abierto la posibilidad de interpretar sus planteamientos como un espejo de la administrción de su copartidario y actual presidente Barack Obama. Desde sostener que el Estado debe organizar la sociedad hasta convertirse en la solución de problemas sociales, la exsecretaria ha dicho uno y otra vez que aumentaría los impuestos, hasta un 30%, para los empresarios.

Hillary al parecer no concibe un principio lógico de la economía: aumentar las tasas de impuestos a las grandes empresas significa someter a la economía estadounidense a una ralentización en cuanto a inversión se refiere. Inclusive, las multinacionales muy bien podrían mudar sus operciones hacia jurisdicciones que la tributación sea más flexible y menos cuantiosa.

Mientras que todo lo contrario representa el magnate Donald Trump cuando ha manifestado que dentro de sus propuestas está la disminución de impuestos de hasta un 15 por ciento.

La visión de Trump se asemeja al liberalismo, y sostengo esta idea porque él se muestra dispuesto a renegociar los múltiples tratados de “libre mercado” con otras naciones o bloques regionales, entre los cuales están el Nafta, por sus siglas en inglés y el Tratado Comercial Transpacífico, TTP, por sus siglas en inglés.

Donald sabe que detrás del eufemismo de tratados de libre mercado se esconda una gran red mercantilista que impide un desarrollo pleno y genuino del capitalismo. Y si alcanzar el capitalismo signifique renegociar, e incluso, romper con estos tratados él estaría dispuesto a hacerlo.

En defensa de la vida, Donald Trump ha sostendio el discurso de que la portación de armas, basándose en el principio de preservar la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos para proteger la vida de los ciudadanos en ocasión de que se encuentren ante un peligro inminente que pueda desembocar en la muerte.

Mientras que Hillary, en referencia a la portación de armas ha sido más restrictiva para permitir el acceso de los ciudadanos a las armas.

En cuanto al sistema sanitario se refiere, tanto Trump como Hillary cada uno apuesta por una solución muy distinta la una del otro.

La liberalización del mercado sanitario que impulsa Donald Trump, en comparación con la permanencia del Obamacare que sugiere Clinton para extender la cobertura a las personas de menor poder adquisitivo da cuenta de la visión paternalista y del Estado inmenso de la exsenadora.

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